miércoles, 11 de febrero de 2015

Falsos mitos: homeopatía y medicina natural

No, amigos, no: este post no es anti homeopatía ni anti medicina natural. Tampoco voy a tratar de convencer a nadie de que compre un medicamento probado clínicamente en vez de un expectorante alternativo. No. Lo que pretendo es aclarar cierta confusión terminológica relacionada con algunas medicinas alternativas.

Cuando empezaron las críticas (merecidas en parte) a la industria farmacéutica y al trato médico en general, se desarrolló una cultura en favor de las medicinas alternativas. Comenzaron a publicarse revistas, a hacerse documentales y material diverso hablando de ellas. Acupuntura, homeopatía, medicina natural... Son muchas y tienen mecánicas muy diferentes. El problema (entre otros, e insisto en que no me voy a meter con su eficacia o ineficacia) es que toda esa prensa sobre el tema no solía tratar una de estas alternativas, sino muchas. El resultado es que la gente ha terminado mezclándolas.

Así pues, y por aclarar, querría explicar algunos mitos referentes, sobre todo, a la creencia de que medicina natural y homeopatía son lo mismo o, cuando menos, tienen mucho que ver.

Empecemos por presuponer, por aclarar términos, que cuando la gente habla de componentes "químicos" y "naturales" se refiere, realmente, a sustancias que se encuentran o no en estado natural. Es decir, todos sabemos (espero) que todo en la naturaleza es pura química y que, por ende, cualquier cosa obtenida en laboratorio es, en cierto modo, natural. Por lo tanto, en este post vamos a asumir que la terminología "químico" equivale a "no presente en la naturaleza sin intervención humana" y el término "natural" equivale a "presente en la naturaleza sin acción humana". Términos opuestos, como ven.

Primer mito: los medicamentos homeopáticos SON "naturales"

Es común escuchar cosas como "la homeopatía usa medicinas naturales" o, como en un comentario de cierto post al respecto, "la homeopatía usa plantas, raíces y cosas así". La gente suele pensar que los medicamentos homeopáticos usan disoluciones de componentes "naturales" (o sea, nada de laboratorio), y esto no es así.

Y para ejemplo, Expecto DHU. Entre sus principios activos está el "Antimonium sulfuratum aurantiacum", o lo que es lo mismo, pentasulfuro de antimonio. Ese componente se obtiene haciendo reaccionar antimonio y azufre en un entorno adecuado (que incluye meterle a la mezcla cientos de grados). Una sustancia parecida, el trisulfuro de antimonio, sí se encuentra en estado natural (es un mineral llamado estibina), pero no así el principio activo del que hablamos, que se genera de forma artificial.

Pues bien, incluso en una popular página sobre medicina natural, recomiendan Expecto DHU llamándolo "jarabe natural". Tócate las narices. Y como el Expecto DHU le pasa a muchos medicamentos homeopáticos. Y créanme: son homeopáticos. Y es que "homeopatía", insisto, no es lo mismo que "medicina natural".

Y, cuidado, no digo que por no ser naturales sean malos. Pero no les llamen naturales, porque no lo son. Son homeopáticos, que es otra cosa, no naturales.

Segundo mito: como es natural, puedo tomar cuanto quiera

...dijo el que luego murió por comerse una seta. Las sustancias "naturales" pueden ser tóxicas. De hecho, prácticamente toda sustancia "natural" es perjudicial si se consume en exceso. Incluso el agua, que miren que es natural.

Con cualquier sustancia, no solo medicamentos, hay que tener cuidado. Hay que tomarlos con mesura, en su medida. Para eso, nada mejor que mirar el prospecto. Pero entendámonos, y esto no es un punto negativo para los remedios naturales, que un medicamento sea "natural" (homeopático o no) no nos debe llevar nunca a "me tomo una, o mejor dos, o diez, total es natural...".

Tercer mito: si se vende en la farmacia, es que funciona

Hace algunos años, esto era verdad. La razón es que la ley obligaba a que un medicamento, para venderse en una farmacia, estuviese clínicamente probado. "Clínicamente probado" significa, para entendernos, que se ha comprobado científicamente que resulta útil por motivos diferentes al efecto placebo. Que funciona, vamos. Que es efectivo. Sin embargo, desde hace algún tiempo las farmacias pueden vender productos homeopáticos pese a que no han pasado análisis clínicos. Y no digo con esto que no funcionen, pero el caso es que, por algún motivo, no han sido probados clínicamente y desde hace unos años se pueden vender en farmacias.

Esto, muy criticado por algunos, se basa en el hecho de que esos medicamentos sí tienen que demostrar que no son dañinos. Así pues, si no son dañinos, y como esto es una democracia, cada cuál que elija qué tomar para curarse. No lo digo en plan irónico: es que es la base sobre la que se fundamenta la venta en farmacias de medicamentos de eficacia no probada.

Dado que por ley son considerados "medicamentos especiales", pero medicamentos al fin y al cabo, solo pueden venderse en farmacias. Y dado que no existe prueba científica de su eficacia, no se incluyen en la lista de medicamentos subvencionados por el sistema sanitario público. En Francia, el estado los financió durante un tiempo, pero hace unos años decidió dejar de hacerlo. En Reino Unido sí están incluidos, bajo la premisa de la libertad de elección.

Ahí ya entra la idea que cada cuál tenga sobre lo fiable o no que debe ser un medicamento y las pruebas que debe pasar para que se financie por el estado. Conste que no soy amigo de la homeopatía (aunque sí de la medicina natural, con limitaciones), pero no es mi objetivo argumentar esto en este post.

Conclusión

Tras leer esto, probablemente algún lector que pensaba que la medicina natural y la homeopatía es lo mismo se pregunta qué es, entonces, la homeopatía. Como es largo de explicar, recomendaría que lo busque en Wikipedia. El artículo es bastante "anti-homeopatía", pero explica bastante bien sus principios.

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