martes, 10 de febrero de 2015

Roles

Buenos días Mamás

Mi mujer es profesora en el colegio al que van mis hijos. Además, yo tengo un horario en el trabajo bastante bueno (hasta que, recientemente, la cosa se fastidió, pero eso es otra historia). El caso es que, hasta hace poco, mis dos hijos estaban en infantil, y esto hacía que coincidiesen las reuniones trimestrales a las que teníamos que ir los padres con las que mi mujer, como maestra, daba. Además, mi mujer es extremadamente responsable con su trabajo y le gusta mantenerse en su clase cuando corresponde, con lo que, dada mi relativa libertad de horario en el trabajo, soy yo quien ha ido a las actividades escolares en que los padres participan. Y digo padres... por no decir madres y yo.

Al principio, yo solía ser el único padre que acudía a esas actividades. Suerte la mía, supongo. Ahora mismo ya vamos más padres. Y eso, en su momento, me hizo preguntarme qué porcentaje de causalidad proviene de mi suerte de horario y cuánto es por los roles sociales que tenemos establecidos. A día de hoy no me cabe duda que el rol establecido tiene mucho peso.

Como ocurre en otras clases y colegios, los padres de los compañeros de mis hijos crean grupos de WhatsApp. Ahí se preguntan cosas sobre los deberes, fechas, se notifican noticias por si alguien no se ha enterado y se pregunta si alguien se ha llevado la chaqueta de Fulanito, porque ha llegado a casa sin ella. También se piden los deberes y hasta temas completos de libros porque hay un examen al día siguiente y al niño se le ha olvidado (¡flipa!). Ignoro qué porcentaje de los partícipes en esos grupos son madres y cuántos padres, pero sí sé que las referencias en que hay implícito género siempre se hacen en femenino.

Analicemos datos disponibles: En el momento de escribir este post, leo los mensajes de un grupo creado para la organización de un cumpleaños. Cuatro niños lo celebran juntos e invitan a toda la clase y parte de sus antiguos compañeros. En total, en el grupo hay 34 partícipes, de los que 29 sé que son mujeres, un hombre (yo) y cuatro ni idea (aunque tengo motivos para sospechar que al menos dos también son madres). Grupo de clase de mi hijo menor: 28 partícipes. Salvo una persona cuyo género ignoro, soy el único padre. Grupo de clase de mi hijo mayor: 28 partícipes también. 23 mujeres, dos hombres y una persona con género sin identificar.

¿Qué nos pasa a los hombres? O qué les pasa a las mujeres, no sé... ¿No somos capaces de encargarnos de las cosas de nuestros hijos? ¿Prefieren hacerlo ellas? ¿Es, simplemente, interés (por su parte y falta por la nuestra)? ¿Tienen alguna condición que hace que se suelan encargar ellas (por tiempo, falta de trabajo remunerado...)?

Evidentemente, y lo entiendo, se suelen referir al grupo en femenino. No me extraña: en algunos igual soy el único padre. Aunque la cosa llega al punto que el otro día, reunidas cinco personas para tratar temas del nuevo AMPA, y siendo yo el único padre presente (qué raro), una de las asistentes solía decir "chicas", no sin después corregir y mirarme diciendo "y chico, perdona". Fue divertido (no me molesto por cosas así, como comprenderéis), pero representativo.

¿Un molde a romper?

Desconociendo como desconozco los motivos exactos por los que los padres no tenemos el nivel de involucramiento (sí, amigos: se dice así) en la educación de nuestros hijos (y en tantas cosas...), lo siguiente es preguntarme si el modelo debería cambiar.

Yo soy de los que piensa que el hombre y la mujer somos iguales en derechos, pero no en naturaleza. Nuestros intereses difieren, y eso es algo a respetar. A mí me gusta la diversidad: me encanta. La creo necesaria y positiva. Y esa diversidad me gusta preservarla, aunque nunca pasando sobre los derechos de la mujer.

Cuando la gente discute si estas cosas son roles atribuidos socialmente o si es algo puramente neurológico, debido a alguna diferente estructura neuronal que tengamos hombres y mujeres, creo que, en el fondo, hablamos de un sistema que se ha retroalimentado durante milenios. Es la pescadilla que se muerde la cola: las mujeres en cierto momento a lo mejor mostraron más interés por el rosa y culturalmente se les asignó el rosa. Esto generó una cultura del rosa-para-mujeres que alimenta más aún la tendencia femenina al color, no siendo ya solo psicológico, sino también cultural. Supongo que muchas de estas cosas son hoy eso: una suma de cultura y psicología.

¡Buenos días papás!

Independientemente de esto, creo sinceramente que los hombres nos perdemos mucho de nuestra paternidad si no participamos activamente en las actividades de nuestros hijos y la organización de eventos a los que acuden. Soy el primero al que no le gusta el cotorreo, pero bueno... WhatsApp se puede silenciar (yo suelo tener esos grupos silenciados todo el día), pero voy leyendo los mensajes a ratos y trato de participar, aunque no me sienta muy cómodo a veces haciéndolo y me lo agradezcan con un "gracias chicas!" (lo de la admiración, lo sabéis, no es cosa mía: lo escriben así).

En los cumpleaños cada vez veo más padres, pero es habitual que sean las madres quienes llevan a los niños a las celebraciones. Es habitual que las organicen. Es habitual que pregunten en el grupo por los deberes. Si esto es una tendencia a romper (cosa que, como dije antes, no sé), igual las madres deberían incluir en los grupos a sus maridos. E igual los maridos deberían hacer un esfuerzo por participar. A lo mejor las madres podrían usar menos el femenino y los padres estar más presentes.

O a lo mejor es que todos estamos tan a gusto actuando de esta manera...

6 comentarios:

  1. Precisamente de ese mismo blog, relacionado con esta historia https://noelialopezcheda.wordpress.com/2015/01/08/cuando-papa-se-convirtio-en-mama-y-mama-se-convirtio-en-papa/

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    1. ¡Buenísimo el enlace!
      Cuando la autora del post dice que hacía todo porque pensaba que lo iba a hacer mejor me recuerda a la frase que mi mujer suele soltarme cuando alguna tarea no sale como esperaba: "tendría que haberlo hecho yo".
      Gracias :)

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  2. Tienes algo raruno con los comentarios, estoy logado con mi cuenta de google pero no puedo comentar con ella. El primer comentario siempre se pierde :(

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    1. Tenía la configuración por defecto, en que la gente debía estar no sé si registrada, logada o qué. La he cambiado para que todo el mundo pueda comentar, a ver qué tal ahora.
      Gracias por el aviso ;)

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  3. Yo estoy en los grupos de WhatsApp de las clases de mis hijas y veo también esa realidad: la mayoría somos mujeres. Creo que las madres asumimos esa tarea de "captación de información escolar" como una más de otras tantas, no porque creamos que lo hacemos mejor (que en mi caso confieso que es así, soy consciente, creo que es un error que debo corregir pero no me pongo a ello) sino por inercia. Cuando nace un bebé, la madre establece un vínculo de necesidad recíproca muy grande desde el minuto cero, especialmente si es amamantado. El bebé necesita a la madre para sobrevivir físicamente y la madre necesita al bebé para sobrevivir emocionalmente. Si esa necesidad recíproca no se corrige respecto al padre, continua siendo protagonista a lo largo de los años. Es pura inercia...
    Me encantan los temas que propones!!
    Saludos,
    Arantxa

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    1. ¡Gracias por tu comentario, Arantxa!
      El punto que comentas parece muy acertado. En efecto, la inercia nos puede a todos: a los hombres también. Aunque vosotras mantengáis ese vínculo con los hijos, también nosotros permitimos (por esa misma inercia, supongo) que eso siga ocurriendo día tras día, año tras año.
      Nosotros igual lo hacemos porque nos puede la comodidad :D

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