martes, 19 de abril de 2016

Ciencia Ficción

De los numerosos canales de YouTube a los que estoy suscrito, uno es ExpCaseros. Pese a sus grandes defectos -porque hay cosas del canal con las que francamente no puedo-, es un buen lugar donde obtener inspiración para hacer experimentos con los niños. Hoy han publicado un vídeo que me interesa poco o nada. Pese a ello, lo he visto porque, simplemente, suelo tener como disciplina ver los vídeos de mis suscripciones: siempre se puede sacar algo.

El vídeo de hoy son 50 cosas sobre su co-presentadora: Natalia. Natalia y Mayden son los dos presentadores del canal. La chica ha contado la torta de cosas y, confieso, me ha sorprendido agradablemente su pasión por el conocimiento y lo nuevo. No sé por qué, pero suelo asociar a los chavales en la veintena con una enorme falta de ganas por aprender. Absurdo: un completo prejuicio. Lo sé.

Y sí: de todos los vídeos se saca algo, como un temita para un post. Natalia ha dicho una cosa que me ha dejado en modo "WTF": "no me gustan los libros de ciencia ficción: prefiero los que me enseñen algo para la vida real".

A ver...

Pero vamos a ver...

¿¡Qué puñetera manía tiene la gente en considerar que la ciencia ficción es una inutilidad!?

Puedes considerar que de la ficción (futurista o no) no se aprende nada. Es un error, pero bueno: puedes. Lo que no se puede pensar es que, porque la acción tenga lugar en el pasado, el presente o el futuro tiene mayor o menor valor didáctico. No sé: a lo mejor sólo se aprende de cosas que tengan que ver con la vida diaria, actual. Entonces, pasamos de Cervantes y Shakespeare porque de ellos no se aprende nada.

Que a la gente no le guste la ciencia ficción me parece perfecto: para gustos, los colores. Que no les guste porque no es útil, no enseña nada, no tiene que ver con la realidad o chorradas por el estilo, no, amigos, eso no.

La ciencia ficción, en contra de lo que piensa la gente, considero que es un género extremadamente útil. Las novelas sobre el pasado, bien escritas, ayudan a conocerlo. Y conocer el pasado es ayudarnos a conocernos y entender el presente. Las novelas del presente ponen de manifiesto situaciones en las que a veces no reparamos, y ayudan a denunciar y entender cosas que no deberían estar ocurriendo. Las novelas sobre el futuro ayudan a preverlo y a no pegarnos una buena bofetada como civilización y especie.

Si la novela de ciencia ficción no hubiese dado vueltas al tema de lo que puede pasar si un día tenemos robots y sobre lo que pasará si las máquinas llegan a tener conciencia de sí mismos, ahora mismo estaríamos tan contentos, ensimismados con la posibilidad de fabricar maquinitas cada vez más potentes y serviciales. Pero sabemos a ciencia cierta que en un futuro cercano habrá que tomar decisiones serias sobre la inteligencia artificial, y gran parte de lo que hay ya pensado y comprendido sobre el problema se debe a la ciencia ficción.

Nuestra especie se ha enfrentado a muchos retos a lo largo de la historia, y el futuro está lleno de muchos más. Pero algunos de los que están por llegar pueden ser puntos de inflexión que nos lleven a crecer de manera inimaginable o a, simplemente, desaparecer. De todos esos retos somos conscientes gracias a la ciencia ficción. Cada novela sobre el estallido de un megavolcán, la colonización espacial, la llegada de robots inteligentes, aparición de alienígenas, es una aportación a una enorme "mesa redonda" de la humanidad sobre su futuro, sus amenazas y oportunidades. Y ese diálogo en busca de soluciones tiene un valor incalculable porque algunos de ellos están a la vuelta de la esquina.

Así que lean más ciencia ficción. Aprenderán mucho sobre la vida real... que está por llegar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario