martes, 19 de mayo de 2015

La banca de 2005 y la de ahora

Acabo de encontrar un mail que escribí a OpenBank allá por 2005. Yo era cliente del banco, que me gustó que fuese casi al 100% online, y mi mujer y yo decidimos abrirnos una cuenta en él. El caso es que yo, por aquel entonces (y ahora) era capaz de percibir el poder de la web y la minería de datos, y me sorprendió lo poco que aprovechaba un banco así la información de que disponía y los servicios tan impersonales que prestaba.

En mi ingenuidad, les mandé un mail repleto de sugerencias, por si a alguien ahí dentro le interesaba. Lo hice porque el Santander acababa de comprar Patagon (como se llamaba hasta entonces), y habían iniciado una reforma de la interfaz e imagen general del sitio. Como era de esperar, jamás recibí respuesta. Además, aún no han llevado a cabo ningún cambio en la dirección que les comenté. Curiosamente, ING, donde tengo cuenta actualmente, sí ha cambiado la interfaz para ofrecer algo más cercano a lo que en su día imaginé.

Me sorprende un poco el correo, que creo que está un poco adelantado a su tiempo, a la vista de que los bancos no se están poniendo las pilas hasta hoy, ¡diez años después! De hecho, doce, porque en el mail comento que "llevo un par de años dándole vueltas a escribirles". Y, pese a tanto tiempo pasado, aún les queda por hacer... En el mail les comento que espero de una plataforma web un servicio de asesoramiento personalizado. Aún no termino de obtenerlo en ING siquiera, lo que me sorprende, porque existe desde hace tiempo la tecnología. Y datos tienen: muchos. Yo soñé con un banco 4.0. Y lo quiero. Lo quiero ya, y no lo tengo.

Como aún dispongo de cuenta en OpenBank (algún día iré a Madrid a darla de baja), he entrado a ver cómo están las cosas. Han limpiado la interfaz, pero sigue siendo lo mismo: una web diseñada por programadores y arquitectos de bases de datos. Se trata de gestionar tus productos, sin más, sin asesoramiento alguno, de una forma impersonal, fría y, encima, compleja. Siguen sin poner enlaces que se entiendan bien, sin poner opciones por defecto apropiadas y sin hacer mil cosas que ya en 2005 les sugerí que cambiasen.

La banca española, que en su momento fue pionera en muchos sistemas, como el uso generalizado de las tarjetas (para evitar el trasiego de furgones blindados ante el riesgo de asaltos por parte de ETA, allá por los 80), creo que debería ponerse las pilas una vez más en favor de una modernización de sus servicios. Irónicamente, ando aquí comentando lo falta que está la banca de mejoras en la web cuando hace un par de años Ana Botín fue nombrada consejera en Coca Cola, entre otras cosas, por "su experiencia en tecnologías de Internet".

No tengo cuenta en todos los bancos, pero los del Grupo Santander veo que no son muy allá en cuestiones web. Conozco también La Caixa, que no queda mucho mejor. ING les supera con creces, pero no llega a lo que debería, 12 años después de mi sueño de banca moderna no encuentro el banco que quiero.

Quiero mi banco 4.0. Aunque igual hay que esperar otros 12 años, escudados en que su código es antiguo, que sus datos son financieros y muy importantes como para ponerlos en riesgo con un cambio grande, que en definitiva son gestores de riesgos y ellos de arriesgarse poco... Excusas.

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